El pasado 14 de mayo, Confindustria presentó en su sede de Assolombarda, en Milán, su informe anual sobre el sistema industrial, titulado “Dove va l'industria italiana”.
En el informe se destacaba la forma en que la industria manufacturera mundial está saliendo de una larga fase de desarrollo, que tuvo lugar bajo el signo de la globalización, que había visto surgir, a nivel mundial, una visión multilateral del comercio internacional y una liberalización progresiva de los mercados. La salida de esta fase ha colocado a las economías industriales frente a caminos completamente nuevos.
Italia, que sigue siendo la séptima potencia manufacturera del mundo, se enfrenta a un contexto muy diferente en el que el apoyo garantizado hasta ahora por la demanda internacional corre el riesgo de reducirse, mientras que, por otra parte, la cuestión de la debilidad estructural del mercado interior sigue sin resolverse.
En este contexto, como muestra el Informe, destaca la persistente debilidad de la demanda de inversión, fuertemente penalizada por el colapso del componente público dedicado a las infraestructuras. El propio componente privado, aunque apoyado por políticas que fomentan la transformación de la manufactura en una clave 4.0, también se ve afectado por el clima de creciente incertidumbre, tanto desde el punto de vista económico como político.
Industria 4.0: el hiper-depreciaciòn
El informe Confindustria subraya la necesidad de que la industria italiana avance en el ámbito digital. De hecho, una parte importante del sistema de producción italiano ha seguido desde hace mucho tiempo el camino de la mejora cualitativa para ser competitivo en precios y poder entrar en nichos de mercado en los que existe un mayor valor añadido.
Es necesario seguir impulsando el proceso de digitalización con hiper depreciaciòn, una importante herramienta fiscal que permite una digitalización progresiva.
La hiper depreciaciòn ha sido la principal medida con la que el Gobierno italiano ha apoyado las inversiones en bienes de capital de las empresas en los últimos años. En el informe, las estimaciones del Centro Studi de Confindustria y de la Dirección General de Finanzas del Ministerio de Finanzas sobre el importe de las inversiones facilitadas por la medida en vigor en 2017, muestran que la medida ha sido un gran éxito para las empresas italianas, con unos 10.000 millones de euros invertidos en maquinaria y equipos 4.0.
También se ha comprobado que más del 80% de las empresas subvencionadas pertenecen al sector manufacturero. El sector de los productos metálicos está a la cabeza (26% de las inversiones en maquinaria y equipo 4.0), por delante de la mecánica instrumental y química (ambas al 9%).
La hiper depreciaciòn fue utilizada principalmente por empresas del norte de Italia (86% de las inversiones): Lombardía (35%), seguida del Véneto (17%) y Emilia Romagna (16%). Todas las regiones meridionales tienen niveles de inversión muy bajos, a excepción de Sicilia, que, con una cuota de inversiones subvencionadas del 3%, está a la par con Friuli-Venezia Giulia en la parte superior de la clasificación.
Otro elemento interesante que surgió en el informe: esta medida de incentivo fiscal, que inicialmente se pensó que se dedicaba exclusivamente a las grandes empresas, fue en realidad ampliamente utilizada por las pequeñas y medianas empresas. El 96% de los beneficiarios, a los que corresponde el 66% de las inversiones subvencionadas, son empresas con menos de 250 empleados. El 35% de las inversiones de 4.0 se atribuyen incluso a empresas con menos de 50 empleados.